El actor húngaro se
despidió dejando una nota en la que explicaba las razones por las que se quitó
la vida.
La comunidad LGTB
se despedía hace escasos días, de uno de sus principales activistas. Arpad
Miklos, también conocido como Ferenc Kozma y François Kagylo, tomó la
determinación de retirarse del mundo del porno de la manera más trágica.
El actor de origen
húngaro se trasladó a Nueva York en 1995, donde comenzó su carrera cinematográfica
gracias al estudio Kristen Bjorn quien se encargó de lanzarle a la fama. Ya han
pasado 15 años desde que Miklos pisó por primera vez los Estados Unidos sin
tener ni tan siquiera un mínimo conocimiento del idioma, y sin embargo han sido
unos años repletos de grandes proyectos y una extensa filmografía.
Dentro de su
trayectoria profesional cabe destacar su trabajo como escort, que fue
reconocido en 2007 como el mejor activo del año siendo uno de los más caros
ofreciendo este servicio. Además participó en otros proyectos en los que prestó
su imagen y entre los que podemos destacar su colaboración en el video ‘Hood’,
del cantautor Perfume Genius-censurado por las principales plataformas de
videos online.
La trágica noticia
cayó como un jarro de agua fría en la industria del porno gay y en especial
entre sus seguidores. Fue el escritor Randal Lynch, el encargado de certificar
su muerte y comunicar la existencia de una nota en la que el actor se despedía
del mundo. “Era mucho más que una
estrella del porno y estaba muy activo en la comunidad gay. Sabía que estaba
deprimido, pero no alcancé a adivinar la gravedad del asunto, pues no era un
tipo que dejara traslucir sus emociones”- con estas palabras Miklos decía
adiós.
Sus
compañeros de trabajo y amigos no han dudado en ensalzar la personalidad y el
trabajo de este gran artista del porno que se ha rendido ante las adversidades
que le ha planteado la vida. “Es un artista increíble que mantenía al
reparto y equipo continuamente entretenidos. Sin embargo, como cualquier otra
ocupación de exigencia física y controvertida percepción por la sociedad, ser
trabajador sexual no es fácil -al menos no por el estigma y los escasos
ingresos. Por lo cual debemos guardar un recuerdo positivo de Arpad [...] y no
condenar una elección personal y lo suficientemente importante como para dar
lugar a medidas tan extremas" –declaró su famoso compañero de trabajo
Colby Keller.
“Un hueso duro de
roer”. Así lo describió Lynch y así recordaremos a este mito del porno gay que
tanto ha dado por este colectivo, que a día de hoy no se rinde ante los
numerosos obstáculos que se le presentan, y sigue luchando por sus derechos.
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